viernes, 14 de septiembre de 2012

LA FAMILIA Y LA COMUNICACION... UN COMPLEMENTO INDISPENSABLE


LA FAMILIA, según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado.

Reflexionar en torno a las nuevas realidades familiares obliga a repensar los valores sociales como  la solidaridad, el compañerismo, el respeto hacia el otro, también se plantean otros términos como el  amor, el género, el poder, el individualismo, estilos de crianza de los hijos, los vínculos, la conexión con el otro; cuestiones nucleares que afectan  nuestra identidad como sujetos debido a que la  realidad en la que estamos insertos es muy compleja.

Cuando hablamos  de la familia postmoderna, pensamos desde  los cambios que se produjeron a nivel comunicacional y vincular entre los miembros que la componen, el cómo interactúa cotidianamente.
La familia actual es diversa y esta diversidad es reflejo de una sociedad multidimensional.  Fruto de transformaciones se hace obligatorio que la familia se adapte a las necesidades de sus miembros, pues a medida que varía su edad, conocimientos y estilos de vida, ésta debe dar a sus miembros otras opciones de desarrollo.
Salvador Minuchin: la familia debe adaptarse a las circunstancias cambiantes manteniendo la continuidad y fomentando el desarrollo psicosocial de sus miembros, ya que ésta debe ir trasformándose, en la medida que sus miembros así lo hagan, adaptándose a los intereses y motivaciones de los que la conforman, no transigir en sus valores y tradiciones, pues dejaría de ser una familia para convertirse en una pieza de vestir que se acomoda a quien la lleva puesta, adaptarse es motivar entre sus miembros la necesidad de capacitarse y fomentar el respeto por las decisiones de unos y otros haciendo que los lazos se fortalezcan.
Las necesidades económicas, sociales y profesionales de hoy día, hacen que sea imposible que los padres pasen mucho tiempo con sus  hijos por ello es importante tener en cuenta que  los lazos principales que definen una familia son los vínculos de afinidad.
Muy a menudo escuchamos decir que las familias de hoy no son sanas, debido a los diferentes estímulos negativos que le ofrece la sociedad, la popularización de la Internet, los medios de comunicación que cada vez son más agresivos e invasivos y promueven todo tipo de cosas. Los modismos en conversación, vestimenta, tatuajes, piercing, son un gran reto para la familia de hoy.

Fomentar entre los que integran esta familia de la postmodernidad, el respeto, la solidaridad y la tolerancia es uno de los grandes desafíos de este tiempo, pues estos valores garantizarán que entre sus miembros se de una sólida unión fraternal. Una familia que promueve entre sus miembros los valores humanos como estandarte, es una familia sana.
Se debe hacer un espacio de calidad, donde de manera natural sus miembros se reúnan, planeen y organicen actividades en conjunto, estableciendo reglas, y sanciones para quienes sobrepasen los limites fijados. Es propio establecer metas en común para que todos se sientan identificados y comprometidos con los objetivos planteados.
La comunicación efectiva es la base para que en el hogar se forjen mujeres y hombres visionarios, respetuosos y libres, que al salir a la sociedad posean los aprestos necesarios para enfrentar todo tipo de situaciones que ésta les presente. En el hogar se les deben dar las primeras informaciones en cuanto a sexualidad, drogas, y riesgos psicosociales, esto con la finalidad de edificarlos mejor.




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